A lo largo de estos años hemos encontrado playas paradisíacas en los recovecos del lago. Muchas veces sentimos que el mismo lugar puede tener un encanto diferente según la hora y la dirección del viento. Otras veces el mismo lugar cambia con sólo navegarlo con una leve briza o con el velero escorado a 30 grados con toda la emoción de una espectacular ceñida.